Es un libro delicioso en el que Landero narra de una manera emocionante su infancia en el seno de una familia de labradores de Alburquerque (Extremadura) y su adolescencia en el barrio madrileño de la Prosperidad. En el libro, Landero explica sus trabajos variados, guitarrista, oficinista, mecánico, su vida de barrio, la relación con su abuela analfabeta. También deja claro que él es lo que es gracias a la perseverancia de su padre, que no quiso que fuese un campesino. Explica que en su casa no había libros, pero sí que escuchaba múltiples historias por parte de su abuela que había sido pastora. Esta obra es un escaparate donde ver la época dura de España de la guerra y la posguerra y se puede ver que la generación que vivió esas penurias sacrificó su vida por la generación venidera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario